Una Calamidad conseguir dinero en efectivo

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(Especial) Colas kilométricas en los cajeros y pagar grandes cantidades con billetes de baja denominación se ha vuelto parte de lo común en Venezuela, donde los billetes escasean y al parecer la única industria que funciona a toda capacidad en el país es la imprenta de la Casa de la Moneda en Maracay.

¿Qué está ocurriendo? El estallido de los precios a ritmo de hiperinflación hace necesario disponer de un monto cada vez mayor de dinero en la cartera para comprar bienes y servicio de consumo diario.

Pero, a la vez, el portafolio de billetes disponibles –por decisión del Gobierno, adoptada a finales del año pasado- sigue siendo el mismo, a pesar de los embates de la inflación y la devaluación. El billete de mayor denominación es  de 100 bolívares y no alcanza para nada.

Un diario de papel, por ejemplo, cuesta 200 bolívares; un kilo de papas, 1000. El comercio electrónico es una alternativa, pero apenas una pequeña parte de la población venezolana está bancarizada. Todavía gran parte de las transacciones diarias se hacen en efectivo.

Los Gobiernos de Hugo Chávez y Nicolás Maduro se aseguraron el control de la máquina de hacer dinero mediante consecutivas modificaciones de la Ley del Banco Central. El ente emisor, convertido en un apéndice del Ejecutivo, sigue inyectando dinero al mercado por motivos políticos.

 La impresión de dinero continúa para financiar el gigantesco déficit del Estado —sobre todo, de la petrolera estatal Pdvsa— y los programas asistencialistas.

Es de recordar que en junio de 2015, se imprimieron casi 1.900 millones de billetes de 100 bolívares, un poco más del doble de la cantidad producida en junio del año anterior. En fin la máquina de imprimir está que echa humo.

La escasez de billetes se ha hecho sentir de tal modo que ya se toman medidas restrictivas. En Estados fronterizos con Colombia, como Zulia y Táchira, desde hace un mes se restringe el retiro diario en las taquillas de los bancos comerciales hasta un máximo de 20.000 bolívares.

Las autoridades aducen que en esas provincias se registra un trasiego de billetes a la nación vecina, para financiar las operaciones de compra-venta de divisas y el denominado bachaqueo o contrabando al menudeo de productos subsidiados de Venezuela a Colombia.

En el resto del país, sin aviso pero con efecto inmediato, se redujo a la mitad el límite diario de retiros en cajeros automáticos, principal fuente de billetes de 100 bolívares.Diversos comentaristas de prensa han anotado que estas medidas restrictivas están configurando un corralito de facto, que no ha sido decretado de manera abierta y que, en vez de responder a requerimientos de política macroeconómica, atiende al más prosaico desabastecimiento de billetes.

Gran angustia para tener billete en mano

Una gran calamidad se ha convertido para los ciudadanos hacerse de dinero en efectivo en las últimas semanas, debido a que tanto en taquillas bancarias, como en cajeros automáticos no se cuenta con la suficiente cantidad de billetes para satisfacer la alta demanda de circulante que  genera esta temporada navideña.

Más leña al fuego echó la noticia pública en  varios portales, la cual aseguraba que a partir del 1 de diciembre solo se podría retirar un máximo Bs. 10.000 en efectivo por taquillas bancarias.Sin embargo, la propia Sudeban  recientemente  aclaró que no ha puesto límite al monto de retiros en los bancos, y mencionó que por el contrario amplió la capacidad de retiro por cajeros automáticos

Lo cierto es que la elevada inflación, causa del exorbitante aumento de los precios de los bienes y servicios, ha llevado a que una persona deba contar con una enorme cantidad de billetes, en su caso de más alta denominación que son los Bs. 100, para cancelar en lugares donde no se cuenta con punto de venta o  pagos por transferencias. Economistas le han propuesto al Gobierno que no tape el sol con un dedo y saque dinero a circular de más alta denominación.

Especialistas reconocen que se vive una escasez de billetes, lo cual ratifican los ciudadanos. Como es el caso de José Luengo, quien contó que fue al banco donde es cliente para retirar 20.000 bolívares, pero recibió como respuesta que no tenía en ese momento efectivo para entregarle su solicitud.Según fuentes  del BCV, “el emisor no puede atender el 70% de los montos solicitados por las entidades financieras. Todas las entidades públicas y privadas han debido limitar los montos máximos diarios para el retiro de efectivo, con el objetivo de atender a mayor cantidad de clientes”.

Otro caso es el de María Ferrer, empleada que tuvo que perder un mediodía de su trabajo porque  hizo un recorrido por la ciudad hasta encontrar un  cajero automático que contara con efectivo; además de aguantar parada la larga cola que tenía antes.

.Expertos  aseguran que nuestros billetes y monedas tienen una denominación o un valor que no se ajusta al valor del bolívar a la realidad que vivimos, por lo tanto es una total distorsión la movilización del efectivo.

Asimismo, “es un problema para todos, desde los bancos, operaciones en taquilla, cajeros automáticos, es decir, el efectivo no se puede manejar  mientras se tengan billetes de 100 bolívares como máxima denominación”, expresan

.El economista, César Aristimuño explicó que efectivamente en lo que va del segundo semestre de este año (1 de julio a  noviembre) ha habido un incremento de la liquidez del 49%, mientras que la circulación de monedas y billetes subió un 23%, lo que demuestra la alta demanda de este tipo.

A su vez, recordó que se está en la época de mayor nivel de exigencia de efectivo, incluso, con cierta anticipación, porque se pagaron utilidades de manera anticipada. Aunque mencionó que el año pasado sucedió algo similar.

“Lo que hay allí es unos niveles de liquidez muy altos, que no necesariamente están siendo representadas de manera equivalente al volumen de billetes que están circulando en la economía. Eso conlleva a que en algunas zonas más que otras, o bancos, se presenten coyunturalmente ciertos niveles de escasez de efectivo. Que no necesariamente significa ninguna alarma, sino que el Banco Central no ha imprimido el volumen de billetes que permitan satisfacer la demanda de la gente”.

Insistió que no se deben generar especulaciones; porque se debe a la temporada, que es altamente exigente en volúmenes de efectivo.

“Hay un valor adicional que no se debe olvidar, que es la elevada inflación que pesa sobre el país, donde las cantidades de liquidez que se deben tener son cada vez mayor efectivo”.

El economista Ángel García Banchs también reconoce a través de su cuenta Twitter que “el efectivo en Venezuela escasea, pero abunda en Cúcuta. Por supuesto, un tipo de cambio negro burbuja que causará pérdidas”.

Ante la esperada  circulación de nuevos billetes de mayor denominación el próximo mes de diciembre, León Parilli acotó que  ojalá que sea un hecho la llegada del nuevo cono monetario, porque eso sí resolvería el problema de fondo, ante la escasez de efectivo

 

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